En algunas religiones los amuletos son abundantes y de gran simbología.
Las autoridades cristianas han mantenido cierta distancia con los amuletos y otros talismanes. Sin embargo, el uso legítimo de sacramentales, mientras uno tenga la disposición apropiada, se corresponde con la imagen del cristianismo tradicional. Por ejemplo, el crucifijo ha sido considerado a lo largo de la historia como una potente arma contra los demonios y malos espíritus. Al igual que actualmente algunos cristianos colocan en los retrovisores de sus vehículos rosarios o imágenes de San Cristóbal como manera de propiciar la protección de los viajeros durante el trayecto.
Algunos amuletos católicos han recibido la aprobación papal. Por ejemplo, los amuletos basados en VADE RETRO SATANA se han utilizado desde 1742 cuando esta fórmula recibió la aprobación del papa Benedicto XIV, y luego formaron parte del ritual católico.
Un amuleto poco conocido, pero bien asentado en la tradición judía es el "kimiyah" o "texto del ángel". Esto consiste en nombres de ángeles o pasajes de la Torá escritos en los cuadrados del pergamino por los escribanos rabínicos. El pergamino luego se coloca en un recipiente de plata adornado y se lleva en algún lugar del cuerpo.
Los musulmanes también llevan tales amuletos, llamados "Ta'wiz", con el texto elegido del Corán. El texto se elige generalmente dependiendo de la situación para la cual se diseña el amuleto. Sin embargo el uso de amuletos y otros talismanes se considera supersticioso entre los musulmanes más radicales.
Una simple oración o buen deseo, bien formulado, escrito y envuelto delicadamente puede acompañarnos como amuleto, todo depende de la fe y nuestra propia convicción positiva hacia su efecto protector, tanto así como un pétalo de la rosa que nos ha regalado nuestro admirador, o una pluma blanca que nos ha dejado por allí nuestro "Ángel de la Guarda", para hacernos saber que está ahí... siempre a nuestro lado
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