La mayoría de los griegos consideraban que Urano era un dios primordial (protogenos), y no le asignaban padres. Bajo la influencia de los filósofos, Cicerón afirma en De natura deorum que era descendiente de los antiguos dioses Éter y Hemera, el Aire y el Día. Según los himnos órficos, Urano era el hijo de la diosa de la noche, Nix. Su equivalente en la mitología romana era Caelus (de caelum, en latín ‘cielo’).
En la Teogonía de Hesíodo, Urano es engendrado por Gea, que lo alumbra "con sus mismas proporciones" (ἐγείνατο ἶσον ἑωυτῇ, Teogonía 126). Este acto de alumbramiento asexuado ha sido concebido como una versión cosmogónica del principio cosmológico de la separación del cielo y la tierra a partir de una masa indiferenciada, cuyo duplicado poético es el mito de la castración de Urano.6 Urano es a la vez consorte de Gea (Teogonía 133), esta unión es motivo de frecuente aparición en mitos y rituales.7 De ellos nacen un conjunto heterogéneo de divinidades, los Titanes, los Cíclopes y los Hecatonquiros (Teogonía 133-153).
En el siglo VI, cuando existía una distinción entre Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘de toda la gente’), οὐρανός significaba simplemente la esfera celeste.
Mito de la Castración de Urano
En la Teogonía (154-211) Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de adamantio y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, y lo castró con la hoz, arrojando los genitales tras él.
Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias, las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita.
Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.
La Biblioteca mitológica (I, I, 1) recoge una versión diferente, en la cual Urano arroja a sus primeros hijos (los Hecatónquiros y los Cíclopes) al Tártaro, y Gea, irritada, persuade al resto de sus hijos (los Titanes) para que ataquen a su padre con la hoz. Derrotado Urano, los Titanes rescatan a los arrojados en el Tártaro para que aseguren el dominio de Crono.
Mito del nacimiento de Zeus
Según Hesíodo (Teogonía 459ss) y el autor de la Biblioteca mitológica (I, I, 2) Gea y Urano habían vaticinado que Crono sería derrocado por uno de sus propios hijos, y así el titán intentó evitar su destino devorando a su descendencia. Ambos ayudaron a Rea a salvar a Zeus mediante un engaño, y éste posteriormente liberó a sus hermanos y logró derrocar a su padre.
Interpretaciones
Estos mitos antiguos de orígenes remotos no tenían reflejo en los cultos de los helenos.8 La función de Urano es la de dios derrotado de una época pasada, antes de que el tiempo real empezase. Tras su castración, el Cielo no volvió a acudir a cubrir la Tierra por la noche, sino que ocupó su lugar, y «los padres originales llegaron a su fin».
Consortes y descendencia
Toda la descendencia de Urano fue con Gea, excepto Afrodita, nacida cuando Crono le castró y arrojó los genitales mutilados al mar (Talasa).
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