De ahí, que los conceptos de Amuleto y Talismán se parecen y se confunden.
Un Talismán (del francés talismán, éste del persa "telesmát", y éste del griego "téleoua", ("rito religioso), es un objeto, generalmente una piedra preciosa o semipreciosa, o de oro o plata, a veces con alguna forma o figura especial, o una inscripción , al que la superstición atribuye un efecto apotropaico o algunos otros poderes. Se dice que si se lleva puesto, da suerte y protege del mal, además de ser como una compañía a la vez. Por ejemplo, el "ojo apotropaico".
El "ojo apotropaico" es una pintura simbólica de uno o más ojos que se usan como amuleto para protegerse del mal.
El signo figura por o común en las vasijas griegas del siglo VI a. C., siendo quizás hecho con la idea de retener a los espíritus malignos para que no entraran por la boca mediante el vino.
En la antigüedad y en la Edad Media, la mayoría de los judíos, de los cristianos y de los musulmanes en oriente creyeron en el poder protector y curativo de talismanes y amuletos.
Los talismanes usados por ellos se pueden encuadrar en tres categorías principales. La primera comprende los que se llevan puestos en el cuerpo. La segunda, aquellos que se cuelgan o se colocan sobre la cama de una persona enfermiza. Por último, los talismanes con cualidades medicinales.
Hay también pruebas de que los judíos, los cristianos y los musulmanes utilizaron sus libros sagrados a modo de talismán, en situaciones de vida o muerte.
El talit judío, mantón de rezo con las esquinas franjadas y unas borlas anudadas en cada esquina, es quizás uno de los más antiguos y más comunes objetos talismánicos del mundo. Se convirtió en un perpetuo recordatorio para el dueño de la prenda de la que debía mantenerse dentro de los límites de la decencia, la moral y la ética y jamás olvidar la ley de Dios.
Algunas formas de Budismo tienen una profunda y antigua tradición talismánica. En los primeros días del Budismo, justo después de la muerte de Buda en torno al 485 a. de C., los talismanes que llevaban los símbolos del Budismo eran frecuentes. Símbolos tales como conchas, huellas de Buda y otros eran llevados por sus seguidores a modo de amuleto o talismán. Alrededor del siglo II a. de C., los Griegos comenzaron a tallar imágenes reales de Buda. Éstos posteriormente fueron adquiridos por los budistas nativos de India.
Además de la protección contra poderes sobrenaturales, también se utilizan para la protección contra ciertas personas. Por ejemplo, los soldados implicados en misiones peligrosas pueden utilizar los talismanes para incrementar su suerte. Miles de soldados nacionales llevaban sobre el corazón una estampita que rezaba! Tente bala, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo". En la actualidad los amuletos se pueden encontrar entre gente de diferente nación y situación social. Pueden comercializarse en joyerías, ferias de artesanía, museos, tiendas y hogares. Estos objetos según cada persona, se pueden llevar como amuleto o en la vida cotidiana, se pueden hacer ritualizar y usar como talismán.
Por esto al comienzo de este tema, hemos explicado un poco que a veces los conceptos se prestan a diferentes interpretaciones, porque el fin al que se destinan es muy similar. Ahora bien, como depende de la psique, de la fe, y del valor que cada uno le atribuye a su "objeto", es que se le puede definir como talismán o como amuleto.
Aunque parezca contradictorio, lo que hemos extraído sobre estos dos objetos, y en las aclaraciones se mezclen los conceptos, resumiremos cual es la diferencia.
Mientras que como amuleto podíamos escoger cualquier objeto en el que nosotros hayamos depositado nuestra confianza( el trébol de cuatro hojas, la herradura de la suerte, la pata de conejo, etc.) y hayamos puesto nuestras energías para conseguir un propósito concreto, incluso a veces objetos "heredados" , el talismán en una pieza única para un individuo único; es personal e intransferible .Es decir, el talismán se suele fabricar con metales nobles y piedras preciosas o semipreciosas, y además está diseñado, estructurado y fabricado en base a unos conocimientos previos, muy concretos, de la persona que lo llevará consigo.
Evidentemente, mientras que en el amuleto deseábamos algo y quedábamos muy a merced de que surtiera efecto su poder; en el talismán, el funcionamiento es diferente, hay un estudio empírico previo, unos datos objetivos y unas pruebas históricas que demuestran que unas personas son más afines que otras a determinadas fases de la luna y/o de los planetas, metales, piedras, energías, etc. Y, que la energía individual de cada ser es algo muy importante, como la fe y convicción que ha depositado en el "objeto"
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